2 March, 2023
Juan Diego Valdés. Socio principal, Derecho Animal Valdés Abogados ASLABOR.
El 2022 fue un año de muchos movimientos en el ámbito legal en lo que respecta a los intereses y derechos de los animales no humanos, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Sin embargo, debemos resaltar que así como hubo aspectos que consideramos de índole positiva, hay otros a los que no podemos darles esta connotación, pues son contrarios a los intereses de los animales.
Dentro de los aspectos que consideramos debemos destacar a nivel internacional, está el Animal Welfare (Sentience) Act, en el Reino Unido, el cual, entre otras cosas, expresa que cuando se vaya a formular o implementar una política gubernamental, el Comité de Sintiencia Animal (creado para el efecto) podrá formular reportes con respecto a las formas en que la política en cuestión pueda tener un efecto adverso en el bienestar de los animales como seres sintientes. En este sentido, la sintiencia de los animales será tenida en consideración a la hora de formular e implementar políticas.
Asimismo, vale la pena resaltar la inclusión de la protección de los animales en la Constitución Italiana, cuyo artículo 9º ahora reza: “La República promueve el desarrollo de la cultura y la investigación científica y técnica. Protege el paisaje y el patrimonio histórico y artístico de la Nación. Protege el medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas, también en interés de las generaciones futuras. La ley estatal regulará los modos y formas de protección de los animales“.
En el ámbito nacional podemos mencionar la prohibición de la pesca deportiva, mediante la sentencia C-148 de 2022, en la medida en que la Corte Constitucional consideró, entre otros elementos, que “la pesca deportiva es una actividad que vulnera la prohibición constitucional de maltrato animal como desarrollo de la protección al medio ambiente, en aplicación del principio de precaución, y por tanto, debe excluirse del ordenamiento jurídico.”
Otros ejemplos que denotan, a nuestro juicio, progreso en la consideración de los intereses y derechos de los animales son el proyecto de Ley 015/2022 por medio del cual se busca incorporar las mutilaciones como forma de maltrato animal, o el Proyecto de Acto Legislativo 003 que tiene como objeto “incorporar a la Constitución, de manera expresa, un mandato general en favor del reconocimiento de la naturaleza, como una entidad viviente y los animales sintientes, sin excepción, como sujetos de derechos”; o, también, el proyecto de ley 123/2022S que buscaba reconocer las riñas de gallos como expresión de crueldad y maltrato animal”.
En contraposición, podemos encontrar proyectos de ley que ponen los intereses de los seres humanos por encima de los intereses y la vida de los demás animales, con justificaciones que, a nuestro juicio, carecen de toda lógica y de cualquier consideración de índole ética, como el proyecto de ley 155 de 2022, “Por medio de la cual se designa a las autoridades territoriales para que definan sobre la realización de las prácticas taurinas en su territorio y se dictan otras disposiciones”, que son, por supuesto, expresiones de especismo y menosprecio por las vidas de los animales en cuestión.
Lo señalado anteriormente deja claro que la cuestión de los derechos e intereses de los animales, cuando menos, fue parte importante de la discusión legislativa en 2022, y más allá de las leyes o sentencias que se profieran puntualmente, el hecho de que esta discusión sea protagonista en el ámbito legislativo y judicial, abre la puerta para que se profundice en este tema y se aborden cuestiones de mayor envergadura, como la consideración de los animales como pacientes morales, como sujetos de derecho, o las consecuencias lógicas y morales que deberían seguirse a partir del reconocimiento de estos como seres sintientes.
En ese sentido, consideramos que es digno de destacar el año 2022 por la importancia y protagonismo que tuvo a nivel legislativo y judicial la consideración de los animales no humanos. Porque cada una de destas discusiones sobre casos puntuales, como las corridas de toros o las riñas de gallos, abren la puerta para produnfizar la conversación de por qué ellos merecen respeto por parte de los seres humanos, y consideración y protección en el ámbito legal.